Después de meses de intensa preparación física, sicológica, técnica, material, proyecto, blog, post, y un largo etcétera, acaba de terminar todo, en un suspiro, en un abrir y cerrar de ojos. Hoy tengo una sensación rara, una sensación de acabar de vivir un sueño, algo que no se si ha sido o no real, no sé si ha existido o tan solo ha sido producto de mi imaginación, algo cercano pero que ya hoy parece lejano en la distancia y el recuerdo, algo breve pero intenso que recordando parece eterno. Una rara sensación, alegre, satisfecha, emocionada por el calor del sol y de los ánimos de todos los que me han apoyado antes y durante y después,. Una sensación de frío por las noches en el desierto y por la tristeza de que todo toque ya a su fin, aunque eso sí, con la impresión del deber cumplido.
Han sido muchos los ratos que me he acordado del blog, del proyecto, de mis amigos de mi familia, de María, de la Bicha, … durante la carrera y eso sin duda me ha dado mucha energía para seguir adelante en los momentos duros que los he tenido y en los de debilidad que también hubo alguno.
He sentido una intensa emoción al recibir los mensajes de apoyo en un trozo de papel por las noches en las haimas, un trozo de papel que siempre me hacía derramar alguna que otra lagrima por el saco, pero siempre de alegría al saber que a cientos de kilómetros de aquellas arenas había gente que se acordaba de ti y te estaba apoyando.
Durante los próximos días os iré relatando lo que mi débil memoria me permita recordar. Intentaré ser fiel a la realidad y no dejarme llevar por las emociones que fueron muchas. Una vez que concluya con las crónicas el proyecto tocará a su fin.
Jueves 26 de marzo.
Los nervios a flor de piel me hacen no poder conciliar el sueño y revisar la mochila una y otra vez como si se tratase de un crio el primer día de colegio. Una vez puesto en marcha cualquier cosa que me dejara por el camino ahí se quedaría ya que sería demasiado tarde para rectificar. Repaso obsesivo de las listas en papel que tenía sobre los deberes, tareas pendientes, material, …
Llamadas no menos obsesivas a los kroquetas que venían camino de Madrid tras un madrugón de tres pares de narices y como no del platón de Manuel que se quedó dormido (no solo voy a ser yo el desastre).
A las 11 de la mañana estábamos en casa el equipo alua al completo, con ganas de irnos rumbo al desierto.
Metro a nuevos ministerios donde habíamos quedado a comer con Pepo que acababa de llegar de Valencia con 3 maletones más grandes que el baúl de la Piquer, llenos de comida para medio Marruecos. A la comida se sumaron unos cuantos amigos, Ppong, Eva, Cañorroto, y Guille, Pianista y alguno más. Los temas de conversación eran evidentes como no podía ser de otra manera.
Tras una comida bien surtida gracias al bueno de PacoJ, excelente corredor y mejor cocinero y amigo, ya estábamos dispuestos a irnos a la T4 donde nos esperaba toda la delegación española.
Al llegar a la T4, lo de siempre, un montón de corredores, unos en grupos, otros en solitario, todos con ropa deportiva nueva, con mil logos de patrocinadores, con caras de emoción, de ganas de correr, de cierto “miedo” a lo que venía y con mucha ilusión.
Allí pude saludar y conocer a un montón de gente conocida y otros con los que llevaba meses escribiéndome y aun no había puesto cara, Alfonso, Hernández, Miguel, los hermanos Bohigas, Flopy, y seguro que me dejo a alguno. Los corrillos de siempre charlando de material, de la carrera, que tu que llevas, que como has entrenado, …
A las 8 primer vuelo a Casablanca puntual cuestión rara porque cada vez que nos juntamos los kroquetas del sur y yo pasa algo raro con los aviones y tardan un montón en salir. Enlace rápido hacía Ouarzazate donde llegamos ya de noche. Allí nos esperaba un autobús de la organización para llevarnos al hotel. Hacía fresquito. Y qué raro, ¡está lloviendo! ¿Será una tormenta pasajera? Seguramente, estamos a las puertas del desierto. Cenita rápida y a la cama que por la mañana salíamos bien temprano al primer campamento. ¡¡¡Ilusos!!!
4 comentarios:
¡A zus ordené mi Zagento! ¡Aquí el cabo Romerales pasando revista a tu blog! ¡Echaba muchísimo de menos leer tus comentarios! Y estoy deseandito que pase ese primer día cargadito de ilusiones, temores por lo desconocido y nervios por cumplir con una deber autobuscado para que nos cuentes cada día, cada carrera, cada hora, cada minuto, con mil detalles...no sé...creo, que todos los que por aquí hemos vivido tu(nuestro) Maratón de Sables...¡lo necesitamos!
¡Te echaba de menos, amigo! ¡Mucho!
Nunca podrás imaginar la alegría que me dió al recibir tu llamada el otro día nada más aterrizar en Madrid...¡¡¡los pelos como escarpias, mamón!!!
¿Sabes? Eras grande, y como todos han podido comprobar y leyendote estos días lo ratificaran, sigues siendo GRANDE, pero lo que pocos sabes es que con el paso del tiempo, tu forma de ser, tu tenacidad, tu cabezonería y lo buena persona que eres...te harán aún mucho MAS GRANDE.
Jo! Te quiero mi Zagento! (Ays! no lo entendais mal..jo!...que no voy de marisoplón)
Y a ti, también mi Mery, ha sido muy entrañable, emocionante y atacante vivir contigo esta aventura de nuestro Emilín por los desiertos de Sables.
Y claro...¿cómo no querer ya a vuestra "Bicha"?...¡¡Como si de una pequeñita sobri se tratase!!
¡Feliz regreso!
Y siempre, siempre...
¡¡¡ENHORABUENA POR TU PROEZA, EMILIO!!!
tan lejos y tan cerca...
enhorabuena.
abrazos
¿Cómo te lo montaste con la cámara? ¿Muchas baterías, pilas ...?
Bueno, ya estabas en las puertas del desierto y lloviendo ...
lleve una camara con una sola bateria. economice lo que pude. los kroques tb llevaban e ibamos turnandonos para hacer foticos
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