Martes. ¿Sudor y lágrimas?. ¡NO! Sudor y sudor

Desde mi reciente cambio de trabajo hace unos meses este está siendo uno los sitios habituales de entrenamiento al mediodía entre proyecto y proyecto, pero ya os contaré cosas del Retiro otro día.

Como hoy que a las dos de la tarde he salido de la oficina como un Spuknik, con unas ganas de correr terribles. Llevaba descansando ya desde el domingo por la mañana ¡¡así no llego a Sables!!.

Ésta mañana cuando desayunando mi buen pincho de tortilla y mi croissant a las 7 y media de la mañana la chica del telediario anunciaba “un bajón brusco de las temperaturas”. Y diréis y que diantre tiene que ver esto con entrenar a las dos en El Retiro. Pues tiene que ver, y mucho.

Ya salí de casa con mucho abrigo encima ya que con la Vespa me da miedo quedarme tieso que al no abultar un comino “te cogen todos los aires”. Pues he pasado un calor del demonio, pero nada demasiado insufrible.

Bien retomando otra vez la hora de entrenamiento. Al cambiarme en la oficina para salir a correr me doy cuenta de que solo tengo las mallas piratas y una camiseta térmica, pero térmica de narices, y preparada para …. “un bajón brusco de las temperaturas”.

Había quedado con Nacho, un compañero del GGM, nuestro club, gran Grupo Moratalaz, que trabaja y vive también cerca del retiro, el llegaría sobre las 2 y 20 y correría por el perímetro en sentido horario, y yo correría en sentido antihorario hasta vernos.



Este es Nacho, ¡Menuda pinta! Poner aquí esta foto me va a costar un disgusto.




Como he llegado pronto he hecho un vuelta completa yo solo, y claro lo que tiene el retiro, te picas hasta con los que venden palomitas. He acabado la vuelta a todo trapo. Sigo sin ver a Nacho y la fuente del retiro a mi lado parece un secarral, chorreo literalmente.

Otra media vuelta más y he intuido una camiseta azul del GGM que imaginaba que era Nacho, a esas alturas no sabía si era él o no porque parecía que el parque de bomberos me había regado de arriba abajo y tenía las gafas de sol hechas un cromo. Pero bueno me las he quitado y hemos seguido rondado a ritmo “alegre” otra vuelta y pico más.

Decir que se ha descojonado cuando me ha visto tan abrigado, cosa que es habitual en Nacho que se descojona de todo.

A eso de las tres y pico se ha ido para casa y yo he aprovechado para hacer técnica de carrera y 5 *100.

Buen entrenamiento de 16 km más o menos a ritmo cercano a 4 min/km.

Luego duchita en la oficina, un Tabulé de verduras y “filetepollo” para aguantar la tarde.

Un día menos que falta oye…. Estoy contento.