Son las doce menos cuarto de la noche. Hasta ahora no he tenido un rato hoy para acercarme hasta este rinconcito a garabatear un rato. A veces da la sensación de que cuanto antes te levantas más se contraen los días, no da tiempo para nada.
Escribo a estas horas porque prácticamente es la única que me ha quedado de tranquilidad, de reposo, de calma. Estoy pensando en dejar de dormir, total son 8 horas con suerte que perdemos todos los días, y con todo lo que podemos hacer en esas 8 horas ¿Por qué no aprovecharlas? Pues porque nuestras pilas no son de las de larga duración, son de un ratito cada dia.
Hoy no he podido correr al mediodía porque he tenido un plan mejor que correr por el Retiro,. Sí, comer con María y con Eva, tranquilamente, sin prisas, con calma, y pasando un agradable rato de charla.
Al final he postergado el entrenamiento para última hora de la tarde a eso de las 8 y media con Josero que hacía un tiempo que no nos veíamos, y me apetecía rodar un rato con él. Cuando he llagado ya me estaba esperando, con pocas ganas de darle a la zapa y muchas a la húmeda, contado aventuras y desventuras de su reciente maratón de Amsterdam, de cómo salió desmadrado y se topo con el muro del maratón en el treinta y tantos. (el muro es el bajón físico y psíquico que suele aparecer en el treinta y pico de un maratón), de lo humano, de lo divino, de esto y lo otro. Al final ha pasado una hora de carrera a ritmo alegre que el pobre Josero sufría en sus cansadas piernecillas cansadas del domingo. Hemos parado en el super del barrio a comprar pan para cenar y hemos corrido hasta casa, donde nos esperaba María. Día completo, aderezado de planes y más planes en la cena. Ocurrencias, aventuras por cumplir, carreras, viajes… Somos unos soñadores, nos encanta soñar despiertos.
Hoy ha sido un día más. Bonito día. Completo día.
13 km más ejercicios, sentadillas, abdominales, …
Escribo a estas horas porque prácticamente es la única que me ha quedado de tranquilidad, de reposo, de calma. Estoy pensando en dejar de dormir, total son 8 horas con suerte que perdemos todos los días, y con todo lo que podemos hacer en esas 8 horas ¿Por qué no aprovecharlas? Pues porque nuestras pilas no son de las de larga duración, son de un ratito cada dia.
Hoy no he podido correr al mediodía porque he tenido un plan mejor que correr por el Retiro,. Sí, comer con María y con Eva, tranquilamente, sin prisas, con calma, y pasando un agradable rato de charla.
Al final he postergado el entrenamiento para última hora de la tarde a eso de las 8 y media con Josero que hacía un tiempo que no nos veíamos, y me apetecía rodar un rato con él. Cuando he llagado ya me estaba esperando, con pocas ganas de darle a la zapa y muchas a la húmeda, contado aventuras y desventuras de su reciente maratón de Amsterdam, de cómo salió desmadrado y se topo con el muro del maratón en el treinta y tantos. (el muro es el bajón físico y psíquico que suele aparecer en el treinta y pico de un maratón), de lo humano, de lo divino, de esto y lo otro. Al final ha pasado una hora de carrera a ritmo alegre que el pobre Josero sufría en sus cansadas piernecillas cansadas del domingo. Hemos parado en el super del barrio a comprar pan para cenar y hemos corrido hasta casa, donde nos esperaba María. Día completo, aderezado de planes y más planes en la cena. Ocurrencias, aventuras por cumplir, carreras, viajes… Somos unos soñadores, nos encanta soñar despiertos.
Hoy ha sido un día más. Bonito día. Completo día.
13 km más ejercicios, sentadillas, abdominales, …
Total semana 45 km. Pocos lo sé, aun quedan 3 días, y mañana tengo un entrenamiento muy interesante, novedoso y duro aunque sea viernes. Pero eso, será mañana,…. Bueno, ya hoy.
Josero vestido de ....¡¡¡¡qué se yo!!!
Y a este paso me quedo sin amigos
1 comentario:
Jejejejejej!!! Genial la foto Emilio... yo creo que refleja fielemente como es Joserillo!!!
Un abrazo!
Bebeto
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