Hoy he vuelto a saborear los parques de Burgos. Bajo una fina lluvia y un frio intenso que a las cuatro zancadas ya no se percibía. He salido de noche, y a los cinco minutos ya estaba pegado al rio Arlanzón, la artería que atraviesa la ciudad de lado a lado llenando la ciudad de vida, de naturaleza.
He vuelto a correr por Fuentes Blancas, un bosque de ribera, de chopos pegados al rio, de pinos un poco más arriba. Un monasterio, la Cartuja del siglo XV, piedras que han visto pasar buena parte de la historia de la ciudad. Silencio y cientos de hojas caídas en el suelo, olor a otoño que en Burgos parece invierno desde los primeros instantes. Charcos frios que te llegan a las entrañas al pisarlos. Algún paseante tardío en la noche. Silencio, mucho silencio. El respirar forzado de un corredor. Yo mismo.
He vuelto a correr por los lugares donde empecé hace años. Por los mismo rincones. Ha sido un rodaje tranquilo, de “descanso”, 13 kilómetros relajados, disfrutando a cada instante, disfrutando de volver a casa con la familia que diría El Padrino.
Ahora a dedicarme a jugar con mis sobrinos que están como motos. ¡¡Son un terremoto!! La semana ya va por 60 kilómetros y queda el fin de semana
He vuelto a correr por Fuentes Blancas, un bosque de ribera, de chopos pegados al rio, de pinos un poco más arriba. Un monasterio, la Cartuja del siglo XV, piedras que han visto pasar buena parte de la historia de la ciudad. Silencio y cientos de hojas caídas en el suelo, olor a otoño que en Burgos parece invierno desde los primeros instantes. Charcos frios que te llegan a las entrañas al pisarlos. Algún paseante tardío en la noche. Silencio, mucho silencio. El respirar forzado de un corredor. Yo mismo.
He vuelto a correr por los lugares donde empecé hace años. Por los mismo rincones. Ha sido un rodaje tranquilo, de “descanso”, 13 kilómetros relajados, disfrutando a cada instante, disfrutando de volver a casa con la familia que diría El Padrino.
Ahora a dedicarme a jugar con mis sobrinos que están como motos. ¡¡Son un terremoto!! La semana ya va por 60 kilómetros y queda el fin de semana
4 comentarios:
Muchas veces de la vuelta a los orígenes es cuando nos encontramos a nosotros mismos, acabando de esa manera con la huida hacia delante.
POr cierto, me congratula que no hayas hecho tus clásicos "16km", jejeje
Hola. Sigo tu blog a diario. La familia de mi novia es burgalesa y hoy me has llevado a Fuentes Blancas, La Cartuja... Me encanta ir a Burgos y correr por esos parajes.
Salir tempranito por Fuentes Blancas, en invierno, con su manto blanco de fino hielo. A la ida ir escuchando el crujir del hielo cuando lo pisas, como si estrenaras el camino por el que pasas. A la vuelta, y según el sol va subiendo, observar como todo se derrite y el blanco deja paso al color... Que maravilla!!!
Enhorabuena por tu reto solidario.
Kike yo sabes que hago lo que tu dices siempre.
DPC. Encantado. a ver si podemos coincidir algún día por Burgos y tomamos un vino y unos cojonudos
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