Buena forma de retomar los entrenamientos. Bajo una nieve intensa que ha colapsado Madrid por todos los flancos.
He salido con abrigado de narices, pisando nieve hasta más arriba del tobillo. El objetivo de hoy era rodar tranquilo y sin pegarme un resbalón. He corrido una hora muy tranquilito hasta el bosque del Cerro. En 10 años que llevo en Madrid jamás lo había visto así con tanta nieve. Que bonito. Niños jugando haciendo muñecos, tirando bolas, coches trompeando en la carretera.
Me he encontrado un poco atrancado al principio pero a medida que iba calentando el cuerpo (lo que ha costado un buen rato) me he sentido mejor. Había – 4 ºC, con lo que no merecía la pena hacer el cabra ya que con este frio es fácil joderse una articulación o lo que sea.
Bueno espero poder decir que ya estoy aquí de nuevo.
Por cierto el fin de semana que tenía unos planes de miedo se jodió por la nieve.
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