Como no terminaba de encontrarme a gusto con la mochila, he decidido que no voy a correr con ella en Sables. Tras leer detenidamente el reglamento donde refleja el material obligatorio que debemos llegar en la carrera he pensado que voy a correr con un trineo.
Ya tengo mirado el modelo. Se trata de un trineo de fibra de carbono ultraligero al que acoplaré unos skys para que pueda deslizar por la arena. Con una mochila de montaña que tengo bastante buena voy a construir un arnés para poder sujetármelo al cuerpo y poder tirar de él sin problemas. La idea es que vaya separado de mi un metro o metro y pico por detrás.
De esta manera y de forma muy sencilla podré transportar ciertas cosas que me traían de cabeza en un principio. Llevaré el portátil, con su cargador. Para poder recargar la batería el modelo de trineo lleva acoplada una pequeña placa solar que produce energía para algunas cosas, entre ellas cargar el ordenador.
Otra de las funciones de las que dispone el trineo es un pequeño compartimento nevera en el que meteré un par de kilos de filetes de ternera para comer tras finalizar las etapas. Para poder cocinarlo echaré una pequeña barbacoa y un par de sacos de carbón vegetal.
En cuanto a la ropa y ya que dispongo de sitio para aburrir tendré ropita limpia todos los días, además de toalla, zapatillas de repuesto, colonia, gel y un depósito de agua de 10 litros para ir llenado con el agua de sobra que me de la organización.
Llevo un saco de dormir de pluma y una manta de borreguillo, además de una almohada de viscolatex.
Para estar comunicado con el ordenador un amigo me dejará un teléfono satélite así que podré actualizar la página y el blog a diario.
Y que no se preocupen los kroquetas que llevo tres botellas de ron miel.
El peso total estimado son 63 kilogramos, pero hay que tener en cuenta que son arrastrados y no en la espalda.
Luego os cuento el entrenamiento de hoy.
1 comentario:
Buena idea la del trineo, a ver si la organización no te pone problemas.
¡A seguir!
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